Una problemática recurrente en la tercera edad es el deterioro cognitivo en el adulto mayor, afectando tanto a él como a su entorno. Las personas que sufren pérdidas de memoria, demencia, enfermedad de Alzheimer o trastornos cognitivos, requieren un cuidado especial y personal, que muchas veces ocupa las 24 horas del día. Es posible que necesiten asistencia para muchas actividades de la vida cotidiana, incluidas comer, bañarse o dormir.
¿Qué problemáticas surgen del deterioro cognitivo en el adulto mayor?
Los pacientes mayores con deterioros cognitivos, sufren una gran variedad de inconvenientes que provocan frustración, tanto en ellos como en sus vínculos cercanos.
Estas situaciones abarcan diferentes problemáticas, como inconvenientes para comunicarse, repetición de frases o acciones, conductas impulsivas o agresivas, deambulación, incontinencia, ausencia de motivación, entre otras.
Determinados pacientes presentan dificultades desde el principio, mientras que otros atraviesan gran parte de la enfermedad con solo escasos problemas. La mayoría de los adultos mayores con esta enfermedad se ubican en un punto intermedio, con algunos días buenos y otros días malos.
El rol de la terapia ocupacional
La terapia ocupacional basa sus intervenciones en actividades relevantes para el paciente que sufre pérdida de memoria, pudiendo utilizar la modificación del ambiente y emplear productos de apoyo, con el propósito de mejorar la calidad de vida del adulto mayor, fomentando la independencia en su entorno.
Existe evidencia clínica de que ciertas actividades no farmacológicas pueden retrasar el avance de la disfuncionalidad en adultos mayores con esta enfermedad. Se ha comprobado que la terapia ocupacional tiene un resultado sustancial sobre las funciones del desempeño cotidiano, a pesar de que no se obtuvieron mejoras relevantes en la capacidad cognitiva.
Existe una tendencia beneficiosa en la eficacia de programas de terapia ocupacional hacia la mejora de la calidad de vida del paciente y sus vínculos cercanos, siempre y cuando el tratamiento se efectúe con intervenciones organizadas y enfocadas a la persona.
Prácticas y actividades de la terapia ocupacional
Existen una amplia gama de actividades que dispone el profesional para mantener una buena calidad de vida en el paciente. Estas prácticas se llevan a cabo en distintos entornos, siendo muy recurrente la terapia ocupacional a domicilio, donde el adulto mayor puede realizar esta rutina en la comodidad de su hogar, y el terapeuta puede conocer con detalle el ambiente donde se desarrolla el paciente.
Entre las actividades más frecuentes y efectivas, se encuentran:
- Desarrollo de la comunicación: en esta área se realizan ejercicios como hablar claro y despacio, usar un lenguaje sencillo, utilizar comunicación no verbal, situarse delante del paciente al hablarle, darle tiempo a responder, entre otros.
- Estimulación cognitiva: aquí el profesional estimula la memoria y la orientación mediante prácticas como leer en voz alta, describir situaciones del pasado, hacer sumas y restas, nombrar objetos, y cualquier disparador que ayude a la concentración y memorización de un hecho.
- Sostenimiento de acciones de la rutina cotidiana: es conveniente que diversos actos del día a día persistan en la rutina del paciente, tales como horarios de alimentación y descanso, orden de sus muebles y objetos, programas de televisión que consume, momentos recreativos y demás.
- Adaptación del entorno: el profesional debe mantener el ambiente donde se desenvuelve el paciente con acciones que eviten confusiones y estrés, como evitar ruidos y sonidos molestos, retirar sustancias y objetos peligrosos, tener el hogar bien iluminado, dejar los objetos de mayor uso a su alcance, entre otras.
En Situ realizamos un enfoque profesional hacia el deterioro cognitivo en el adulto mayor, brindando un servicio profesional y de la más alta calidad a los pacientes y sus familiares, así como un seguimiento sólido en terapia ocupacional a domicilio.