Acerca de cuidar a su padre, habla Marco Guerrero.

“Hace cuatro meses, mi papá tuvo una caída mientras subía las escaleras y quedó con movilidad reducida. Ese accidente hizo no solo que las piernas le quedaran débiles, sino que le salieran unas ampollas bien feas y dolorosas. Como familia no sabíamos cómo curarlo y sentíamos que no teníamos las herramientas para ayudarlo, así que empezamos a buscar en Internet y dimos con Situ. Ese fue un punto clave en todo este tratamiento. Primero fue un geriatra y después le fueron a hacer una radiografía, porque pensaron que podía haber una fractura.

Más allá de lo físico, mi papá se quiere mover poco ya que su proceso de envejecimiento se está acentuando. Como cuidadores, lo que hemos podido hacer es ayudarlo a pararse. Eso es lo que hemos intentado, aunque él es una persona bien testaruda y mis hermanos, en general, no le llevan mucho la contra. Yo sí, porque queremos que pueda hacer todo lo que sea capaz a sus 96 años: que recobre un poco de fuerza muscular, que se mueva lento.

Con mi papá tenemos una relación especial. Cuando era más joven, yo era el hijo confrontacional, contestatario y díscolo. Con los años, eso fue pasando y nos empezamos a llevar muy bien. Me di cuenta de que congeniábamos en algunas cosas: en el fútbol, en la comida, en películas. Algo pasó ahí que con mis hermanas no pudo hacer. Conmigo es con quién más se da, aunque sigo siendo el irreverente.

Hace unos días, empezamos el tratamiento con kinesiología y seguimos trabajando con Gabriela, que es la enfermera que le cura las heridas. Afortunadamente, en Situ nos encontramos con mucha organización, respuesta y preocupación. Nunca te postergan como paciente o familiar. Incluso, buscan la forma de conectarse contigo si no puedes tener sesiones presenciales.

Este proceso de vejez lo he asimilado bien, por mi visión de vida: entendí que en algún momento nos vamos a apagar. Son ciclos que nuestro cuerpo empieza a resentir. Tengo sentimientos encontrados, porque se trata de mi papá, pero he podido sobrellevarlo bien y he tratado de aprovechar el tiempo”.

Fotos: Constanza Miranda