Acerca de su trabajo como acompañante de personas mayores en cuidados paliativos, habla la enfermera de Situ, Paula Ossandón
“Ser enfermera en cuidados paliativos significa trabajar con pacientes con enfermedades no curativas y un pronóstico de vida acotado. Decidí dedicarme a esto porque va a la esencia del cuidado del ser humano, poniendo a la persona absolutamente en el centro. Una filosofía de trabajo muy bonita que, a pesar de lo que se cree, tiene mucho de dulce. No todo es agraz ni lúgubre.
En la universidad siempre me dijeron que para ser una buena profesional debía poner distancia emocional con los pacientes. Y lo que me gusta de paliativos es que sucede justamente lo contrario, porque te dan vuelta la tortilla, permitiéndote mostrar tus luces y sombras. Tanto los pacientes como sus familiares necesitan a alguien que esté de forma horizontal. Es por eso que trabajo desde mi propia fragilidad
He aprendido que debemos prepararnos para la muerte igual como lo hacemos con el nacimiento. No debemos abandonar esa última etapa, una que puede ser muy rica y llena de experiencias profundas.
La espiritualidad clínica me ha permitido ayudar a los pacientes en la búsqueda del sentido de la vida, a descubrir cómo están a nivel inter e intrapersonal y a que analicen sus relaciones, para así poder vivir un proceso de perdón, de dar las gracias. Cerrar su biografía.
Debemos naturalizar la muerte. Ser conscientes de que así como nacemos, vamos a morir. Porque somos finitos. Obviamente esto no quiere decir que no me duela si muere alguien cercano, sino que pienso que debemos intentar ser conscientes de que no es anormal.
He tenido pacientes cuya partida me ha dolido. Y me ha dolido mucho, pero a pesar del dolor, conocerlos me ha hecho convencerme de que finalmente una enfermedad puede ser un regalo que da la oportunidad de hacer un proceso de cierre. No es un corte de un día para otro en el que no hubo tiempo de arreglar nada.
Trabajar en paliativos me ha ayudado a disfrutar la vida, a reconocer lo realmente importante. Hoy gozo más y sufro menos por las cosas que no valen la pena”.
Paula es enfermera y tiene un magíster en cuidados paliativos.
Fotos: Constanza Miranda
