El cuidado de los pies en el adulto mayor es un factor clave para conservar la capacidad de caminar y mantener el equilibrio. Además, prevenir o tratar a tiempo patologías como juanetes, dedos de garra o callos, entre otras, puede evitar problemas de movilidad y de postura. En este artículo veremos algunos consejos útiles para cuidar la salud de esta parte tan importante del cuerpo que incide directamente en la calidad de vida de una persona.
¿Cómo tener un buen cuidado de los pies en el adulto mayor?
Los pies pueden desarrollar distintas afecciones que no se manifiestan claramente hasta que están avanzadas. Por este motivo, nuestra lista de recomendaciones comienza por las tareas preventivas necesarias.
Revisar periódicamente la piel de los pies
Si un adulto mayor, por problemas de movilidad o flexibilidad, no puede revisar sus propios pies es aconsejable recurrir a la ayuda de otra persona. En este sentido, una buena opción es solicitar el servicio de podología a domicilio que ofrecemos en Situ. De esta manera, es posible detectar a tiempo problemas como verrugas o pequeños traumatismos que se deben al uso de calzado incorrecto.
Además, nuestra empresa dispone del servicio de geriatra a domicilio para llevar adelante un seguimiento y cuidados integrales en los adultos mayores.
Cuidar las uñas
A medida que pasa el tiempo las uñas pueden presentar algunos problemas para regenerarse. Al revisarlas periódicamente es posible encontrar a tiempo algunas incidencias como las uñas encarnadas o las hipertróficas. En este último caso, crecen más de lo normal y pueden provocar dolor en el adulto mayor.
A su vez, las personas de edad avanzada sufren con mayor asiduidad la aparición de hongos. Esto se debe a la presencia de humedad y al secado incorrecto de los pies.
Controlar la forma de los dedos
A lo largo de la vida, los pies están expuestos a una gran presión, ya que reciben todo el peso del cuerpo. De esta manera, es posible sufrir pequeñas alteraciones en la forma de los dedos. En estos casos, el seguimiento es fundamental para que no se afecte la calidad de vida.
Continuar en movimiento
Mantener la movilidad y realizar ejercicios suaves y adecuados a la condición de cada persona son hábitos saludables que es conveniente tener en cuenta. El sedentarismo también afecta y debilita a los pies. En este sentido, un factor importante para conservar la capacidad de movimiento es el control del peso.
Otro aspecto clave para seguir caminando o realizando una rutina de ejercicios es el cuidado de las piernas. Por este motivo, tenemos que estar alertas a la aparición de hinchazones o várices.
Asimismo, en algunos casos es recomendable encargar plantillas personalizadas para conseguir una marcha con mejor estabilidad. Estos productos ayudan a andar de manera correcta y sirven para preservar la salud de los pies.
Descansar y reposar adecuadamente
Cuando una persona pasa mucho tiempo sentada es frecuente la aparición de inflamaciones tanto en las piernas como en los pies. Para evitar esto es importante conservar una buena postura. En este sentido, no hay que estar con las piernas cruzadas durante lapsos prolongados. Además, es recomendable poner los pies en alto.
Por otra parte, hay que evitar la exposición a fuentes de calor directo en esta zona del cuerpo. De hecho, al bañarse es recomendable mojar toda la zona del tobillo hacia abajo con agua fría. Por último, un consejo que puede parecer obvio pero es fundamental: siempre hay que escoger y usar calzado cómodo.
Con estos consejos para el cuidado de los pies en el adulto mayor que esperamos que puedas aplicar es posible evitar distintas afecciones y disfrutar de una buena calidad de vida.