Es común que, con el paso de los años, muchas personas noten problemas de memoria. Sin embargo, no todos los olvidos son signos de demencia. En algunos casos, pueden estar relacionados con la depresión. Diferenciar ambas condiciones es fundamental para un tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida de quienes las padecen.
¿Por qué se confunden la demencia y la depresión?
Tanto la demencia como la depresión pueden manifestarse con quejas de memoria. En adultos mayores, esto puede generar confusión, ya que los síntomas pueden parecer similares a simple vista. Sin embargo, existen diferencias clave que permiten distinguirlas.
Por un lado, la demencia es un deterioro progresivo de las funciones cognitivas que afecta la memoria, el lenguaje y la capacidad de razonamiento. Entre sus causas más comunes se encuentra el Alzheimer.
Por otro lado, la depresión puede afectar la concentración y la atención, lo que puede dar la impresión de fallos en la memoria. En estos casos, las personas no es que hayan olvidado algo, sino que nunca lo registraron bien debido a la falta de atención.
Síntomas de la depresión en adultos mayores
Mientras que en los jóvenes la depresión suele presentarse con tristeza intensa, apatía y aislamiento social, en los adultos mayores su manifestación puede ser diferente. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
✅ Falta de energía y fatiga constante.
✅ Alteraciones del sueño (insomnio o sueño excesivo).
✅ Pérdida de apetito o cambios en el peso.
✅ Irritabilidad o cambios de humor.
✅ Dolores físicos sin causa aparente.
✅ Dificultades para concentrarse o recordar información reciente.
¿Cómo diferenciarlas?
La principal diferencia entre la depresión y la demencia está en su evolución:
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En la depresión, los síntomas pueden mejorar con tratamiento. Si la causa de los problemas de memoria es la depresión, al recibir la terapia adecuada, la persona recupera su capacidad cognitiva.
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En la demencia, los síntomas empeoran con el tiempo. Aunque existen tratamientos para retrasar su avance, no hay una cura definitiva.
Otra diferencia clave es que, en la depresión, la persona suele estar más consciente de sus dificultades de memoria y las expresa con preocupación. En cambio, en la demencia, es común que no reconozcan su deterioro.
La importancia de una evaluación profesional
Si tú o un ser querido han notado problemas de memoria, es fundamental acudir a un especialista para una evaluación cognitiva. Identificar la causa del problema es clave para recibir el tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida. Puedes agendar una hora con nuestros geriatras
No todo olvido es demencia, pero sí merece atención. La memoria importa.

