Un domingo por la mañana, Paulina, de 84 años, despertó con una sensación de ardor al orinar y un fuerte malestar general. Le avisó a su hija, Pilar, quien recordó que su médico le había advertido sobre las infecciones urinarias recurrentes, especialmente después de la menopausia. Aunque pensó en esperar hasta el lunes para consultar con su equipo de salud, temía que la infección avanzara y requiriera hospitalización. Entonces contactó por WhatsApp al equipo de gestoras de Situ.
Lo último que quería Pilar, era que su mamá pasara horas en la urgencia de una clínica, rodeada de personas con enfermedades respiratorias o virus. “Terminas esperando por horas para que finalmente te receten antibióticos, lo cual podría haberse resuelto de otra manera”, comentó. Además, le preocupaba el costo de la consulta y el traslado, ya que vive con un presupuesto limitado.
Atención eficiente y cómoda en casa
En lugar de acudir a urgencias, Pilar contactó a las enfermeras de Situ, el servicio de atención domiciliaria para personas mayores. En minutos, una enfermera geriátrica especialista en atención a domicilio, Bernardita, estaba en camino a su hogar tras ser informada sobre su situación.
Al llegar, Bernardita accedió al historial de salud de Paulina a través de una plataforma segura, revisando sus antecedentes, medicamentos y alergias. “Contar con esta información nos permite hacer evaluaciones más precisas y alineadas con el bienestar de la persona”, explicó Bernardita.
Tras conectarse con el médico de cabecera por videollamada, Bernardita realizó un examen físico, tomó signos vitales y coordinó la toma de exámenes (urocultivo y orina). Con los resultados en mano, todo indicaba que Paulina tenía una infección urinaria leve, por lo que su médico prescribió un antibiótico y se recomendó aumentar la hidratación y evitar irritantes como el café. Además, se agendó una visita de seguimiento para la semana siguiente.
Prevención y tranquilidad
Horas después, Bernardita llamó a Pilar para confirmar que habían iniciado el tratamiento con Paulina y que sus síntomas no habían empeorado. “Me dio mucha tranquilidad saber que podíamos recibir atención para mi mamá en casa sin necesidad de ir a la clínica”, comentó Pilar.
Muchas personas mayores acuden a urgencias solo para asegurarse de que su condición no sea grave. Sin embargo, estudios indican que alrededor del 30% de estas visitas podrían evitarse con atención domiciliaria adecuada. En el caso de Paulina, contar con un equipo de respuesta rápida le permitió recibir el tratamiento necesario sin la incomodidad de una visita a urgencias.
El valor de la atención oportuna
El equipo de respuesta de Situ se ha especializado en detectar signos tempranos de enfermedades como infecciones urinarias, insuficiencia cardíaca o problemas respiratorios, evitando complicaciones graves. Cuando la intervención es temprana, se pueden ajustar tratamientos sin necesidad de hospitalización, lo que mejora la calidad de vida de las personas mayores.
Para Paulina, la atención domiciliaria significó no solo evitar un viaje innecesario al hospital, sino también recibir un cuidado empático y oportuno. “Saber que puedo contar con este servicio me da seguridad y tranquilidad”, concluyó.