Antes de proponer una actividad a la persona con demencia, es importante conocer su historia de vida, hábitos, intereses y pasatiempos (pasados y actuales).
Demencia Leve
En esta etapa lo más importante es mantenerse activo y que, a pesar del diagnóstico de demencia, pueda mantener su rutina diaria y relaciones sociales:
- Fomentar la independencia en las actividades de la vida diaria (vestuario, higiene, alimentación, arreglo personal). Si la persona no puede realizarlas de forma autónoma, se recomienda supervisar o entregar instrucciones simples.
- Incentivar la participación en actividades domésticas, como por ejemplo:
- Cocina: colaborar en la preparación de alimentos, lavar y secar los platos, poner la mesa, entre otros.
- Limpieza: barrer, doblar ropa limpia, ordenar el clóset, hacer la cama.
- Jardinería: regar, cortar malezas, plantar.
- Mantener las relaciones sociales y fomentar la participación activa en su comunidad, familia y amistades. Puede consultar en la Oficina del Adulto Mayor del municipio por actividades o talleres disponibles.
- Facilitar la orientación temporal colocando un calendario semanal y un reloj en un lugar visible (como el dormitorio). Esto le ayudará a mantener el control de su rutina.
- Estimular la atención mediante pasatiempos como sopas de letras, sudokus, bachillerato, entre otros.
Demencia Moderada
En esta etapa pueden aumentar las dificultades cognitivas (como problemas de atención, memoria y orientación), así como aparecer conductas difíciles de manejar (agresividad, irritabilidad, agitación, rechazo a participar en actividades, etc.).
- Seguir promoviendo la independencia en las actividades de la vida diaria. Si la persona tiene dificultades para seguir instrucciones, se recomienda apoyarla físicamente y dividir las tareas. Por ejemplo, pedirle que levante los brazos para ponerle una blusa.
- Fomentar la actividad física basada en sus intereses: paseos por el barrio, visitas al comercio local, estiramientos suaves, entre otros.
- Ejercitar la reminiscencia, es decir, actividades que estimulen recuerdos autobiográficos (los cuales suelen conservarse mejor). Esto puede incluir:
- Álbumes de fotos, objetos significativos, música importante para la persona, libros.
- Conversaciones con preguntas como:
- ¿Dónde nació?
- ¿Quién era su mejor amigo/a de la infancia?
- ¿Cómo era su casa cuando era niño/a?
- ¿Qué recuerda del colegio?
- ¿Dónde solía vacacionar en su infancia o adolescencia?
- Estimular funciones cognitivas mediante juegos adecuados a sus intereses: dominó, juegos de cartas simples, sopas de letras, juegos de palabras, entre otros.
ETAPA AVANZADA
En esta etapa, la persona presenta un alto nivel de dependencia, con capacidades cognitivas y motoras significativamente disminuidas. Es fundamental brindarle seguridad, confort y afecto para que se sienta tranquila.
- Estimular movimientos suaves de brazos y piernas. Si es capaz de seguir instrucciones simples, se pueden realizar juegos de coordinación (como lanzar una pelota).
- Captar su atención con estímulos significativos, como música, aromas, fotografías, entre otros, relacionados con su historia de vida.
- Realizar tareas motrices y cognitivas simples, como:
- Nombrar objetos de uso cotidiano al realizar actividades (por ejemplo, identificar la peineta al peinarla).
- Enrollar y desenrollar ovillos de lana.
- Moldear figuras sencillas con las manos.
- Manipular objetos con distintas texturas (esponjas, cajas con porotos o arroz, pelotas de espuma, etc.).
¿Cuándo consultar a una terapeuta ocupacional?
Consulte con una o un terapeuta ocupacional si:
- Su familiar ha perdido el interés o la iniciativa por actividades que antes disfrutaba (pasatiempos, reuniones familiares, encuentros con amistades, etc.).
- Se ha caído, muestra inseguridad o temor al realizar actividades dentro o fuera del hogar.
- Lo nota desorientado (confunde fechas, se pierde en lugares conocidos), repite constantemente lo mismo u olvida cosas con frecuencia.
- Los espacios del hogar no están adaptados a sus capacidades, lo que dificulta la realización de actividades cotidianas (como el aseo personal).
- Tiene comportamientos difíciles de manejar, como negarse a realizar actividades, agitación, agresividad, entre otros.
La Terapia Ocupacional es una profesión del área de la salud enfocada en mantener la independencia y autonomía de las personas mayores, favoreciendo su calidad de vida.
¿Cómo manejar las conductas desafiantes?
Si la persona con demencia se muestra muy nerviosa o inquieta, se recomienda seguir estos pasos:
PASO 1: Validar sus emociones
Darle espacio y tiempo para expresarse. Mostrar una actitud empática y tranquilizadora, colocándose a su altura, mirándola a los ojos. Si la persona lo acepta, tomar su mano o hacerle cariño.
PASO 2: Cuidar el lenguaje
Utilizar un tono de voz calmado. Responder con frases simples y neutras, como:
“Eso suena preocupante.”
“Debes sentirte molesta/ansiosa por eso.”
PASO 3: Evitar discutir o razonar
No corregir ni contradecir. Discutir o señalar errores puede aumentar su ansiedad. Es mejor seguirle la corriente, aunque lo que diga no sea cierto.
PASO 4: Distraer
Cambiar el foco de atención invitándola a una actividad sencilla que le guste (dar un paseo, escuchar música, tomar un té). Si no resulta, iniciar una conversación sobre un tema de su interés (viajes, familia, recuerdos, etc.).
Recursos prácticos para cuidadoras
🎥 ¿Buscas más consejos prácticos para el cuidado diario de personas con demencia?
La universidad UCLA Health ha creado una excelente serie de videos educativos pensados especialmente para cuidadoras y cuidadores. Abordan temas como el manejo de la higiene, la alimentación, la seguridad en el hogar y la comunicación, con recomendaciones claras y aplicables.
🔗 Puedes ver la lista de reproducción completa aquí:
👉 Consejos para cuidadores de personas con demencia – UCLA Health