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Emeteria Ardiles

Acerca de conservar las tradiciones de la cultura diaguita, habla Emeteria Ardiles

Hace 40 años, me vine a vivir a un terreno que tenía mi papá en Pastalito, que es una pequeña localidad al interior de Vallenar. Aquí conocí a varias personas y una de ellas sabía tejer en el telar de palo plantado. Ella me enseñó esta técnica ancestral de textilería indígena que he desarrollado casi toda mi vida.

Con esos conocimientos formamos un taller, porque pensaba que este oficio no tenía que perderse. Y es que viene de una tradición muy antigua, ancestral, que había que mantener viva. Tejiendo en telar de palo plantado se pueden confeccionar frazadas o ponchos. Hacer uno puede demorar más de 3 meses, porque hay que hilar la lana, lavarla, cocerla.

Con la vejez, he tenido algunas limitaciones físicas que me han hecho alejarme un poco de la artesanía. Me duelen mucho las manos, porque tengo artritis reumatoide, entonces me molestan al trabajar. Además, tengo glaucoma, veo muy poco. Cuando me lo detectaron ya era tarde. Ahora, más que seguir con el oficio de artesana, estoy dedicada al trabajo con la tierra y eso me mantiene activa.

En Chile no se valora el conocimiento y cultura de los pueblos indígenas. El dialecto diaguita también es difícil de encontrar. Se trata de aprender, pero es como si las palabras se hubiesen quemado, cuesta encontrarlas. Un día pensé: ‘Se está perdiendo todo’. Así que me propuse escribir un libro con todas las vivencias que he tenido, para conservar la identidad de nuestra cultura.

Sigo autónoma y viviendo sola. Mis hijos han sido muy buenos conmigo, y me han dicho varias veces que me vaya a vivir con ellos, pero no he querido porque sé que si no hago lo que me gusta, me voy a morir luego. Sé que, por acá, hay gente de edad que sufre y que está sola. Eso es algo que como sociedad tenemos que mejorar: preocuparnos por los adultos mayores. Falta que la juventud tenga munay munay, que es amor”.

Emeteria Ardiles (82) es maestra artesana diaguita. Fue reconocida como Tesoro Vivo de la Humanidad en 2019 y electa como una de las 100 Líderes Mayores 2021.

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