Saber cómo evitar el deterioro cognitivo en el adulto mayor es una de las preocupaciones más frecuentes entre quienes cuidan personas mayores.
Aunque no existe una fórmula única, las acciones preventivas pueden comenzar mucho antes de la vejez y otras que pueden ayudar a preservar la memoria, la atención y otras funciones mentales, pensadas para aplicarse desde el hogar, con o sin apoyo profesional.
¿Cómo evitar el deterioro cognitivo en el adulto mayor?
Antes de implementar cualquier rutina, es importante contar con una evaluación geriátrica.
Identificar antecedentes neurológicos, nivel de autonomía, estado de ánimo y salud en general permite establecer objetivos realistas y definir el tipo de actividades adecuadas.
Un servicio de geriatras y enfermeras a domicilio permite realizar este tipo de seguimiento sin salir de casa, lo que facilita el monitoreo continuo.
Cómo evitar el deterioro cognitivo en el adulto mayor con recomendaciones
Prevenir el deterioro cognitivo es un trabajo que comienza mucho antes de la vejez. Según nuestros médicos geriatras destacan la importancia de actuar en distintas etapas de la vida para reducir el riesgo de deterioro cognitivo en el adulto mayor:
Durante la adultez temprana y media
- Controlar la obesidad, tabaquismo, hipertensión, colesterol elevado y diabetes.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol.
- Prevenir traumatismos craneoencefálicos.
- Tratamiento de trastornos de salud mental como la depresión.
Durante edad avanzada
- Tratar problemas de audición (hipoacusia).
- Controlar la obesidad, tabaquismo, hipertensión, colesterol elevado y diabetes.
- Atender alteraciones en la visión.
- Mantenerse cognitivamente y socialmente activos.
Además, estas sugerencias se complementan con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reducir el riesgo de deterioro cognitivo y demencia, destacando el impacto positivo de la actividad física, una dieta saludable y el control de enfermedades crónicas en la función cognitiva.
- Fomentar la actividad mental diaria: juegos de memoria, lectura, crucigramas o incluso aprender algo nuevo ayudan a mantener el cerebro activo. En personas con primeros signos de deterioro, la estimulación cognitiva puede realizarse en casa, con ejercicios adaptados.
- Promover la actividad física moderada: caminar, hacer ejercicios suaves o participar en actividades como jardinería mejora el estado físico y protege la salud cerebral.
- Favorecer la socialización: interactuar con otras personas reduce el riesgo de aislamiento, que se ha relacionado con un avance más rápido del deterioro cognitivo. Un servicio de acompañamiento puede ser una buena alternativa cuando la familia no puede estar presente todo el tiempo.
- Mantener una alimentación equilibrada: dietas ricas en frutas, verduras, legumbres y pescado aportan antioxidantes y ácidos grasos esenciales para el cerebro.
- Controlar enfermedades crónicas: patologías como la hipertensión, la diabetes o los trastornos del sueño deben estar bajo control, ya que influyen en la salud cerebral. Las enfermeras a domicilio permiten un seguimiento constante.
- Evitar el sedentarismo y las rutinas monótonas: cambiar pequeños aspectos del día, como el orden de las tareas o el tipo de actividad, estimula la flexibilidad cognitiva.
- Consultar con especialistas ante los primeros signos: problemas para recordar nombres, desorientación frecuente o cambios de humor sin explicación son motivos para consultar con profesionales. Un equipo de profesionales que incluya geriatras, terapeutas ocupacionales y psicólogos pueden intervenir de forma oportuna.
El rol de la familia en la prevención del deterioro cognitivo
Además del acompañamiento clínico, la actitud del entorno familiar influye directamente en el bienestar cognitivo.
Cuando los vínculos se mantienen activos y se promueve la participación del adulto mayor en conversaciones, decisiones cotidianas o celebraciones, la mente se estimula de forma natural.
La comunicación clara, la escucha activa y el respeto por los tiempos de la persona generan un ambiente emocionalmente seguro, lo cual reduce factores de riesgo como la soledad o el estrés.
Incluir a la familia en las rutinas también mejora la adherencia a las recomendaciones profesionales.
Integrar estas acciones al cuidado cotidiano
La prevención del deterioro cognitivo se trata de sumar pequeñas estrategias, adaptadas al ritmo de cada persona y en las distintas etapas de la vida.
Lo importante está en la constancia y en observar si hay mejoras de la persona mayor en la participación diaria, la comunicación o el estado de ánimo. Un enfoque progresivo, que incluya actividades y contacto humano, ayuda a conservar la calidad de vida.
Cuidar el cerebro también es parte del cuidado diario
Entender cómo evitar el deterioro cognitivo en el adulto mayor implica tomar acciones que se mantengan en el tiempo. Desde ajustar rutinas hasta buscar apoyo profesional, todo suma.
En Situ cada plan se adapta a las necesidades reales de la persona y su entorno. El acompañamiento personalizado permite que los adultos mayores mantengan su independencia por más tiempo y con mayor bienestar.
¡Contáctanos y velemos juntos por el bienestar de tu ser querido!