Una problemática recurrente en la tercera edad es el deterioro cognitivo en el adulto mayor. Este es un trastorno que afecta las funciones mentales superiores, como la memoria, el pensamiento, el lenguaje y la capacidad para resolver problemas.
Esta situación, que suele ser más común en las personas mayores, puede presentarse en diferentes grados, desde una leve dificultad para recordar nombres hasta condiciones más graves como la demencia o el Alzheimer.
A menudo, el deterioro cognitivo impacta profundamente tanto al adulto mayor como a su entorno, requiriendo atención y cuidado especializado. En caso de que no se trate o no se acceda a buenos cuidados de adulto mayor, puede llevar a otras afecciones, incluso a la depresión del adulto mayor.

Qué es el deterioro cognitivo en el adulto mayor
El deterioro cognitivo describe cambios en la forma en que una persona mayor piensa y enfrenta su vida diaria. Puede significar que ciertas actividades habituales, como seguir una conversación, manejar dinero o mantener el foco en una actividad, se vuelvan más difíciles con el tiempo.
No siempre aparece repentinamente, a veces se nota en pequeños detalles que alteran la rutina y generan inseguridad en la persona mayor. Reconocerlo a tiempo ayuda a entender qué tipo de apoyo necesita y cómo acompañarla para que conserve la mayor autonomía posible en su vida cotidiana.
Síntomas comunes del deterioro cognitivo
Los adultos mayores con deterioro cognitivo enfrentan una variedad de desafíos que pueden generar frustración y tensión tanto en ellos mismos como en sus familiares o cuidadores cercanos. Algunas de las situaciones problemáticas:
- Repiten frases, tienen problemas para expresar sus pensamientos o entender lo que se les dice.
- Presentan conductas impulsivas, agresivas o deambular sin rumbo.
- Necesitan ayuda para actividades como vestirse, comer o movilizarse.
- Tienen días buenos y malos, con variaciones en el estado de ánimo y las capacidades.
Factores de riesgo y causas
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el deterioro cognitivo está influido por una combinación de factores no modificables, como la edad avanzada y los antecedentes familiares, y factores modificables, que pueden abordarse con un estilo de vida más saludable.
Entre estos últimos destacan la hipertensión, la diabetes, la obesidad, el tabaquismo, el consumo nocivo de alcohol, el sedentarismo, la mala alimentación, el aislamiento social y la falta de estimulación cognitiva.
De acuerdo con la publicación de Lancet Commission on Dementia Prevention, Intervention, and Care (2017), algunos de estos factores de riesgo tienen un impacto distinto según la etapa de la vida. Por ejemplo:
- En la infancia y juventud la educación formal y la estimulación cognitiva temprana juegan un papel protector.
- En la adultez media controlar la hipertensión, la obesidad y la audición contribuye a reducir la probabilidad de deterioro en etapas posteriores.
- En la adultez mayor cobran mayor relevancia la prevención del aislamiento social, la actividad física y el cuidado de la salud sensorial.
Recomendaciones para controlar los factores de riesgo
Las guías de la OMS señalan que, aunque no siempre es posible prevenir el deterioro cognitivo, sí existen medidas que reducen el riesgo y retrasan su progresión. Algunas de las más relevantes son:
- Mantener una alimentación equilibrada y realizar actividad física regular.
- Controlar enfermedades crónicas con supervisión médica, especialmente presión arterial, azúcar en sangre y colesterol.
- Estimular la mente con lectura, juegos de memoria, aprendizaje y actividades sociales.
- Favorecer un buen descanso y rutinas de sueño estables.
- Cuidar la salud auditiva y visual, para evitar el aislamiento y la pérdida de interacción social.
Aplicar estas recomendaciones como parte de un enfoque de cuidado integral del adulto mayor ayuda a mantener su autonomía y calidad de vida, al mismo tiempo que entrega mayor tranquilidad a las familias.
Rol de la terapia ocupacional en el deterioro cognitivo en el adulto mayor
La terapia ocupacional se centra en intervenciones adaptadas a las necesidades específicas de cada paciente. Utiliza actividades significativas para promover el bienestar y la independencia del adulto mayor, abordando las dificultades de la vida cotidiana con enfoques personalizados.
Evidencia clínica confirma que ciertas actividades no farmacológicas pueden retrasar el progreso del deterioro funcional. La efectividad de la terapia ocupacional depende de intervenciones organizadas y centradas en la persona, lo que beneficia tanto al paciente como a su red de apoyo.
Beneficios de la terapia ocupacional en geriatría
- Adaptación del entorno y uso de productos de apoyo: estas estrategias buscan reducir los desafíos diarios y fomentar la comodidad.
- Mejora en las funciones del desempeño cotidiano: aunque la capacidad cognitiva no siempre mejora, las habilidades funcionales muestran avances.
- Impacto positivo en la calidad de vida: alivian las tensiones tanto del paciente como de sus familiares, fortaleciendo los vínculos cercanos.

Actividades de la terapia ocupacional para hacer con tu adulto mayor
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Para la comunicación
- Uso de un lenguaje claro, sencillo y pausado.
- Apoyo con la comunicación no verbal, como gestos o expresiones faciales.
- Creación de un entorno tranquilo para facilitar la comprensión y la respuesta.
2. Para estimular las capacidades cognitivas
- Ejercicios de memoria, como recordar momentos del pasado o nombrar objetos.
- Actividades de orientación, como leer en voz alta o realizar operaciones matemáticas simples.
- Juegos que fomenten la concentración, como rompecabezas o actividades manuales.
3. Fomenta rutinas cotidianas
- Mantén horarios consistentes para actividades como alimentación y descanso.
- Establece momentos recreativos que aporten disfrute y estimulación.
- Preserva el orden de muebles y objetos para minimizar confusiones.
4. Adaptación del entorno
- Eliminar ruidos molestos y objetos peligrosos.
- Asegurar buena iluminación y accesibilidad.
- Facilitar el acceso a elementos de uso frecuente.
Confía a tu ser querido en los cuidados de Situ
En Situ, contamos con un equipo de especialistas dedicados a atender el deterioro cognitivo en adultos mayores. Para que no te falte nada.
- Geriatras: con un enfoque integral, que no solo trata los aspectos físicos de la salud, sino también los psicológicos, sociales y funcionales, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.
- Cuidadoras a domicilio: personal capacitado para ofrecer asistencia integral y empática, asegurando el bienestar del adulto mayor en sus actividades diarias.
- Servicios médicos a domicilio: atención de enfermería y consulta médica en casa, adaptada a las condiciones de salud de cada paciente.
Si buscas alternativas a una residencia de adulto mayor, nuestro compromiso es ofrecer soluciones que promuevan la dignidad y el bienestar de la persona mayor y sus seres queridos.

