Las escaras en adultos mayores, también conocidas como úlceras por presión o de decúbito, son lesiones en la piel que aparecen cuando la persona presenta dificultades de movimiento o cuando permanece sin moverse de la cama o de la silla de ruedas durante períodos de tiempo muy largos.
Esto se da debido a que se reduce el flujo sanguíneo, provocando que los tejidos en la piel mueran por falta de riego sanguíneo. Las escaras aparecen frecuentemente en zonas del cuerpo donde los huesos están cerca de la piel, como las caderas, talones, codos y la columna vertebral. Estas lesiones pueden ser dolorosas y potencialmente peligrosas si no se tratan adecuadamente.
¿Cómo se pueden prevenir las escaras?
Existen algunas medidas que ayudan a prevenir las escaras en adultos mayores:
- Cambio de posición frecuente: Es importante que ayudemos al adulto mayor a cambiar de posición con regularidad. Los expertos recomiendan que realicemos el cambio de posición cada dos horas.
- Aseo y confort del adulto mayor: La evidencia muestra que la piel limpia y seca es menos propensa a sufrir lesiones por presión, por lo que debemos mantener una buena higiene para prevenir la formación de escaras.
- Uso de accesorios para el cuidado del adulto mayor: El uso de cojines y almohadas puede ayudar a distribuir el peso del cuerpo de manera más uniforme y reducir la presión en las áreas vulnerables.
- Buena nutrición en el adulto mayor: Debemos asegurarnos de que el adulto mayor reciba una dieta equilibrada y suficiente hidratación para mantener una piel sana y resistente a las lesiones.
- Uso de ropa adecuada: Para evitar la fricción y la irritación de la piel, es recomendable el uso de ropa cómoda y holgada.
- Importancia de las redes de apoyo: Debemos contar con una red de apoyo conformada por profesionales de la salud que brinde el seguimiento adecuado para el cuidado del adulto mayor.
¿Cómo tratar las escaras en adultos mayores?
Si el adulto mayor ya presenta escaras, es importante que las tratemos de inmediato para evitar que la lesión empeore, como la gran mayoría de las enfermedades del adulto mayor.
En el tratamiento para las escaras podemos incluir la limpieza y el vendaje de la herida, el uso de cremas y ungüentos para prevenir infecciones, y la elevación de la parte del cuerpo afectada para mejorar la circulación sanguínea.
Ante casos graves, una alternativa es el tratamiento mediando el suministro de oxígeno en la herida para mejorar el proceso de curación, por lo que es recomendable emplear un concentrador de oxígeno.
Cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida
Los adultos mayores que sufren de escaras pueden requerir cuidados paliativos que aborden sus necesidades físicas, emocionales y espirituales. Son muy comunes los casos de depresión en el adulto mayor que sufre de escaras, ya que pueden limitar su capacidad de realizar actividades diarias, afectando su calidad de vida y propiciando un deterioro cognitivo.
Es crucial que les brindemos la atención necesaria y que fomentemos un ambiente positivo con actividades para personas mayores, ya que esto puede marcar una gran diferencia en su salud mental y propiciar una mejora en su bienestar físico y emocional.
Recordemos que las escaras en adultos mayores son una complicación que podemos prevenir con medidas simples pero efectivas. Es importante que prestemos atención a la higiene, la nutrición y la posición corporal de nuestros adultos mayores, así como que brindemos el apoyo emocional que es tan necesario.
El cuidado de los adultos mayores es una labor noble que nos incumbe a todos, debemos garantizar que disfruten de una vida plena y digna, ya que es una forma de honrarlos y de construir una sociedad más justa y solidaria.